Cómo educar en el feminismo

Uno de los mejores regalos que he recibido esta Navidad ha sido la colección de libros de Ngozi Adichie Chimamanda que para quien no la conozcáis es una escritora, novelista y dramaturga feminista nigeriana de 42 años. Hoy os cuento los consejos sobre cómo educar en el feminimo que Ngozi recomendó a su amiga que acababa de tener una bebé.

El feminismo empieza en la educación.

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Cómo educar en el feminimo

  • Primera sugerencia: “Sé una persona plena. Nunca te disculpes por trabajar. Que te guste lo que haces es un regalo fantástico para tus hijos/as; aunque no te guste el trabajo pero sí lo que hace por ti como darte confianza y plenitud por ganarte la vida. Todo el mundo tendrá una opinión de lo que deberías hacer pero lo importante solo es lo que tú quieras. Y muy importante también: pide ayuda y espera a recibirla. Concédete espacio para fracasar. Es imposible que puedas con todo y no pasa nada (aunque la cultura aplauda la idea de que la mujer puede con todo)”.
  • Segunda sugerencia: “Hacedlo juntos. Refrena el perfeccionismo; controla ese sentido del deber. Compartid equitativamente los cuidados de vuestra hija. Sabréis cuando el reparto es equitativo porque no habrá resentimiento. Rechaza hablar de ayuda. No te está ayudando; es su responsabilidad igual que la tuya. No merece una alabanza especial (ni tú tampoco). La responsabilidad recae por igual sobre ambos”.
  • Tercera sugerencia: “Enseñadle a vuestra hija que los roles de género son una tontería: ni los colores, ni los juguetes… nada debe ser para niñas/os. Si no les ponemos a nuestros/as hijos/as la camisa de fuerza de los roles de género les dejamos espacio para que alcancen su máximo potencial. Es importante que aprendan a hacer las cosas y a valerse por sí mismos/as”.
  • Cuarta sugerencia: “Rechaza el feminismo light. Ese que dice que no es para tanto y que no estamos tan mal. Ese que no reconoce la desigualdad de la mujer por el hecho de serlo”.
  • Quinta sugerencia: “Enseña a tu hija a leer y el amor por los libros. Es la única forma de entender el mundo, cuestionarlo y expresarse”.
  • Sexta sugerencia: “Enséñale a cuestionar el lenguaje que es depositario de nuestros prejuicios, creencias y presunciones. Por ejemplo, llamarle princesa trae consigo mucha información. Aquí también sería importante citar el lenguaje inclusivo que aunque hay muchas personas que consideran que hay cosas más importantes, no cuesta nada utilizarlo. Cuéntales ejemplos sobre misoginia para que sepan detectarlo y cortarlo. La mujer no necesita que se nos reverencie, se nos defiende ni que se nos trate a favor; solo de manera igualitaria. La caballerosidad es la debilidad femenina”.
  • Séptima sugerencia: “El matrimonio no es un logro ni nada a lo que aspirar. Se nos enseña que esa institución importa más a las mujeres que a los hombres. En muchas ocasiones se presenta a las famosas como esposas de, pero no viceversa. Y en muchos países el apellido de la mujer desaparece para tener el de su marido. Otro tema que podríamos citar aquí sería que a la hora de tener hijos/as se sigue anteponiendo el apellido del padre aunque en muchos países ya pueda ponerse primero el de la madre. ¿Y si se inventara un apellido nuevo para evitar poner uno u otro?
  • Octava sugerencia: “Enseña a tu hija a rechazar la obligación de gustar. Su trabajo no es ser deseable, su trabajo es realizarse plenamente para ser sincera, amable y valiente. Muchas niñas/mujeres callan cuando son abusadas y/o maltratadas porque quieren agradar. Anima a tu hija a decir lo que piensa y siente; a decir la verdad. Alábala cuando lo haga. Debe ser amable con las demás personas pero también deben serlo con ella y si alguien la incomoda o le quita un juguete; debe decirlo, quejarse y gritar”.
  • Novena sugerencia: “El sentido de identidad importa pero debe ser selectiva. Por ejemplo, puedes aceptar una parte de la cultura igbo pero rechazar otra. Enséñale sobre privilegios, desigualdades y la importancia de respetar la dignidad de todos/as”.
  • Décima sugerencia: Es importante tratar el tema de la vida saludable y activa: que coma bien, que haga deporte… por salud y porque físicamente se verá mejor y puede ayudar con las inseguridades relativas a la imagen corporal. Feminismo y feminidad no se excluyen mutuamente. Si le gusta maquillarse y la ropa, no pasa nada. Y no te metas con la ropa de tu hija. Puedes decirle que X ropa es menos bonita que X pero no utilices palabras del tipo falda inmoral, etc. Hay muchas personas que no encajan en la estrecha definición generalista del atractivo y belleza”.
  • Undécima sugerencia: “Enséñale a cuestionarse el uso selectivo que hace nuestra cultura de la biología como razón para las normas sociales. La biología es una materia interesante y fascinante pero no debe aceptarse como justificación de la norma social. Porque las normas sociales las crean los seres humanos y no hay ninguna norma social que no pueda cambiarse”.
  • Duodécima sugerencia: “Háblale de sexo y empieza pronto. Cuéntale que el sexo no solo es para reproducirse sino para disfrutar. Su cuerpo le pertenece a ella y no debe decir sí a un acto sexual si no quiere tenerlo. Ofrécele confianza para que hable contigo. Enséñale términos sin connotaciones de vergüenza. Y, la regla, es algo que también se debe naturalizar”.
  • Décimotercera sugerencia: “Llegará el amor así que asúmelo. Está bien hablarle de sexo pero también de amor (dar y recibir). El amor, de cualquier clase, es importante. Se concibe como un gran aprecio de parte de otro ser humano”.
  • Decimocuarta sugerencia: “Al enseñarle sobre la opresión, ten cuidado de no convertir a los oprimidos en santos. Ni todas las mujeres son feministas ni todos los hombres son misóginos”.
  • Decimoquinta sugerencia: “Háblale sobre la diferencia. Convierte la diferencia en habitual. Haz normal la diferencia y enséñale a que la valore. Solo así podrá ser humana y práctica. La diferencia es la realidad de nuestro mundo. Estarás ayudándola a sobrevivir en un mundo diverso. Enséñale ejemplos: hay personas homosexuales; hay unas que van a mezquita y otras a iglesia; etc. Esto no quiere decir que la enseñes a que no juzgue. Todo lo contrario, debe tener opiniones pero fundadas, humanas y de amplias miras.

feminismo

El feminismo se enseña a niñas y a niños. La carta va dirigida a una niña por casualidad.

Foto: muy interesante

Texto: Del libro que os recomiendo “cómo educar en el feminismo”

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