¿Y si volvemos al trueque?
Ya son muchas las iniciativas de algunas localidades que se dedican a fomentar el trueque o banco del tiempo, es decir, el intercambio de objetos o servicios por otros objetos o servicios y se diferencia de la compraventa habitual en que no intermedia el dinero.
¿Crees que esto es posible?
El trueque es una práctica que existe desde el neolítico con la aparición de la sociedad agricultora-ganadera. Cada vez son más los pueblos y ciudadanos que crean iniciativas para el desarrollo de monedas locales que favorezcan el trueque para hacer frente a la crisis. Los beneficios en tiempos de crisis son evidentes; aquellos que usan la moneda local acceden a un mercado sin Euros donde es el conocimiento, las capacidades y el tiempo lo que adquiere un valor, pudiendo así ahorrar dinero real para aquellos pagos que irremediablemente requieren de moneda legal. Así, esta evolución de los bancos de tiempo, permite que los vecinos acumulen monedas por servicios prestados a sus otros vecinos que podrán canjear por aquello que necesiten.
Cada vez son más las iniciativas para poder subsistir, en medio de este sinvivir. El objetivo principal es comprar productos o servicios sin realizar movimientos monetarios. Muchas son las familias sin ingresos que podrían cubrir sus necesidades básicas, a cambio de sus servicios. Aunque son muchas las localidades y ONGs que lo están llevando a cabo, aún es insuficiente.
Las carencias que están dejando los recortes actuales tienen una buena salida a través de estas formas de comercio que nos acercan a una economía más social.