El Trabajo Social ante las catástrofes
Muchas son las catástrofes que pueden surgir en cualquier momento de nuestra vida y de las que debemos estar preparados. Catástrofes como inundaciones, riesgo sísmico, nevadas, transporte de mercancías peligrosas, riesgo químico, incendios forestales… pueden aparecer en un momento y los TS debemos actuar ante ello.
¿Cómo?
En el caso de que un TS tenga que intervenir en una situación de emergecia es imprescindible que controle las expresiones emocionales y sepa mantenerse en calma. Trasmitir seguridad y confianza a las personas afectadas y familiares es algo muy importante. El perfil del profesional que trabaja en estas situaciones debe ser: equilibrio emocional, seguridad, capacidad de autocontrol, resistencia a la fatiga física y psicológica, tolerancia a la frustración…
Un TS ante una catástrofe debe gestionar el conflicto de manera “positiva”. Debe saber adaptarse al entorno de lo sucedido. La improvisación debe ser su punto fuerte ya que no sabemos a qué tendremos que hacer frente. Además, ante tal situación de estrés debe saber tomar decisiones. Empatía, escucha activa, comprensión, trabajo en equipo… son otras de las habilidades a destacar ante una situación de emergencia.
En la mayoría de lugares, son los SS.SS de atención primaria los que tienen que poder dar respuesta inmediata, en la emergencia y después de ella. Junto a los SS.SS, otros organismos se coordinarán para atender y hacer frente a la situación. Existen muchas dificultades que trae consigo una catástrofe como, por ejemplo, la incapacidad de pensar y decidir de manera clara; indefensión para proporcionar ayuda; falta de información, comunicación y coordinación; condiciones físicas negativas; falta de supervisión; dificultad en la cooperación interdisciplinar; no saber cómo actuar…
En definitiva, una catástrofe o emergencia es una situación que requiere de profesionales bien dotados para poder hacerle frente.