El Trabajo Social en las zonas rurales
Alejandro es Trabajador Social en el concello de Becerreá desde que Cliser S.A., la empresa en la que está empleado, ganó el concurso de gestión del servicio de ayuda en el hogar para atender a las personas con dependencia. El envejecimiento poblacional, la dispersón geográfica y las dificultades para hallar auxiliares cualificados complican la atención de los mayores en áreas rurales. Por ello, ha querido contarnos su experiencia como TS en una zona rural.
De los Trabajadores Sociales más allá del muro
Alejandro Rodríguez Robledillo es Trabajador Social de una zona rural de Galicia. En los encuentros, congresos y cualquier otro evento donde se reúnen TS de toda España, los “norteños” siempre critican que las políticas nunca tienen en cuenta la “dispersión geográfica de la población”. Si bien es cierto que “cada zona tiene sus propias complejidades”, en el norte se encuentran con una gran dispersión geográfica lo que puede repercutirles en su trabajo.
En Galicia hay zonas desérticas ya que están despobladas, inhabilitadas… él como TS de la Dependencia tiene que visitar a usuarios que se encuentran a una larga distancia unos de otros. Este Trabajador Social refiere encontrar pueblos enteros abandonados y, en ciertos lugares, encontrar a una persona se puede convertir en todo un reto.
Su trabajo consiste en visitar a personas dependientes (generalmente personas mayores) que anclados estoicamente a sus raíces y las casas que les vieron nacer, viven dentro de ese desierto. No es extraño, sino habitual, que esa persona sea la única habitante del pueblo, y que todas esas casas que silenciosas decoran el paisaje se muestren cerradas a cal y canto, con las persianas bajadas y los jardines descuidados, a la espera de sus legítimos dueños.
Alejandro se siente orgulloso de pertenecer a esa casta de médicos, auxiliares, trabajadores sociales y profesionales en general, que diariamente se internan en el desierto verde, para que, la escasa población que lo habita, no lo tenga que abandonar.