El propósito del/la Trabajador/a Social con los reclusos es el lograr alcanzar la reinserción social del individuo, con el fin que éste tome conocimiento e identifique las circunstancias que originaron su conducta delictiva y las consecuencias derivadas de la privación de la libertad.
Las funciones de la Trabajadora Social en prisión
- Atención del ingreso en prisión de la persona.
- Resolución de los problemas que pueda tener el preso o su familia, como consecuencia de su ingreso en prisión.
- Detección de las carencias y necesidades sociales y personales del individuo y elaboración del diagnóstico social.
- Intervención con las familias de los presos.
- Orientación sobre cómo solicitar las ayudas económicas, sanitarias o de otro tipo que su Ayuntamiento o Comunidad Autónoma pueda ofrecerle.
- Gestión servicios y recursos que pueda beneficiarse el usuario.
- Tramitación del Documento Nacional de Identidad o Tarjeta de la Seguridad Social, en el caso de que el preso no tenga.
- Resolución de disputas: Manejo de conflictos, entre internos.
- Mantenimiento de la organización.
- Desarrollo de programas de reinsercción para los presos.
- Gestión de los casos de reclusos hospitalizados.
- Orientación para el trámite de divorcio de una persona que esté en prisión.
- Inscripción de nacimiento de hijos de una mujer que ha dado a luz en la cárcel.
- Gestión en caso de fallecimiento o enfermedad grave de un familiar directo del interno.
- Seguimiento de Liberados Condicionales.
- Elaboración de Informes Sociales para internos pendientes de cumplir Pena de Trabajo en Beneficio de la Comunidad.
- Localización permanente de los presos que gozan del 2º o 3º grado.