El usuario tiene la última palabra
Hoy, mi compañera y yo, nos hemos dirigido a buscar personas sin hogar. Para nuestra sorpresa, una de las personas con la que nos hemos encontrado e intentado establecer la relación de ayuda, nos ha rechazado. «No quiero vuestra ayuda» nos ha dicho… Claro está que la última decisión la tiene siempre la persona.
A menudo, paseamos y solemos ir a las puertas de los supermercados ya que suele ser un lugar muy común donde encontrar a gente «pidiendo». Lo cierto es que hemos llegado a un supermercado y el señor estaba hablando con una señora que le había ofrecido algo de comida. Cuando han terminado, nos hemos acercado nosotras para presentarnos, presentar el programa (eso sí, sin decir en ningún momento «personas sin hogar» que eso no suena del todo bien) y ofrecerle nuestra ayuda. El señor nada más vernos nos ha dicho «ya venís a molestar», «no quiero vuestra ayuda». Hemos preguntado el por qué, y le hemos explicado que sólo queríamos ofrecerle algunos alimentos para el día y si, en el caso de dormir en la calle, necesitaba saco y mantas.
Al parecer, está cansado de que contínuamente la gente le ofrezca su ayuda. Al menos, el señor ha sido sincero. Nos ha dicho que no quiere alimentos porque él se compra lo que le gusta con lo que gana «pidiendo». Después de la primera impresión del señor, que no ha sido muy buena, le hemos «caído bien» y nos hemos quedado charlando un largo rato. Nos ha contado su situación y el por qué de estar sin casa, sin trabajo y en definitiva, sin redes sociales.
Hemos quedado que nos pasaremos de vez en cuando a saludar y charlar. Nada más y nada menos. No le ofreceremos nada y si lo necesita, siempre puede pedírnoslo. Ya sabéis… la última decisión, siempre la tiene el usuario.