Habilidades que debemos desarrollar las personas para vivir en armonía

Leyendo este artículo de El País que habla sobre la importancia de trabajar con los niños/as en las Escuelas el desarrollo de este tipo de habilidades me ha hecho reflexionar. Considero que los/as Trabajadores/as Sociales debemos haberlas desarrollado para poder ser buenos profesionales y, en definitiva, deberían desarrollarlas todas las personas para poder vivir en armonía.

Inteligencia emocional: es autoconocimiento, es realismo práctico, es superar las frustraciones sin quedarnos atrapados en el fracaso, es regular nuestros estados de ánimo, es empatizar con nosotros mismos y con los demás.
Trabajo en equipo: el aprendizaje cooperativo es clave para convertirse en un ser social altamente efectivo.
Gestión de personas: las habilidades relacionadas con la comunicación efectiva, la capacidad para motivar, para influir, para empatizar, son el engranaje que hace que un sistema funcione.
Pensamiento crítico: enseñar en la escuela a ser críticos es enseñar a ser libres, es facilitar las herramientas para que nuestros hijos sean un poco más dueños de su propio futuro, minimizando la capacidad de ser marionetas sin criterio ni libertad de elección.
Resolver problemas complejos: Potenciar la capacidad de resolver problemas complejos es una competencia que va a liderar un mundo donde se valorará más resolver un problema que saberse las respuestas de los que ya pasaron. Igual que las otras, se trata de una competencia que hace al individuo más adaptativo a la sociedad que le toque vivir.
Creatividad: la conforman una serie de características como la curiosidad, la asunción de riesgos, el gusto por la dificultad, la imaginación, la independencia del juicio externo, la flexibilidad, el cuestionamiento de la norma y de la autoridad, la tolerancia a la frustración y a la ambigüedad, el entusiasmo, la intuición, la iniciativa, la sensibilidad y la apertura a la novedad.
Velocidad para aprender: el kit de la cuestión es «aprender a aprender». Hay que aprender al menos a la misma velocidad con que cambia el entorno.
Capacidad de negociación: saber negociar es la forma más eficaz de llegar a una meta respetando y cuidando la autoestima y la dignidad de los otros. Es aprender una mirada que contempla el mundo y sus necesidades desde un lugar más amable.
Orientación de servicio: tiene que ver con la vocación y el ayudar a los/as demás. Debemos ser capaces de ofrecer y aportar a los otros, apoyarles a construir lo que dará sentido a sus vidas. Es aprender a estar satisfecho al ayudar al otro/a.
Juicio y toma de decisiones: sin opciones no se produce elección y por tanto, tampoco decisión. Es poder elegir y experimentar las consecuencias de cada elección. Saber tomar decisiones forja tu criterio personal.