Inserción laboral para Trabajadoras Sociales
Todo empezó tras un cambio radical: dejaba Madrid para volver a mi pueblo, en Málaga. Para todo hay ventajas e inconvenientes y estar desempleada es igual en todas partes, o no… En Madrid me encontraba con más ofertas de empleo publicadas pero con una competencia feroz; en mi pueblo justo al revés.
En cuanto me instalé, me hice voluntaria de una asociación que necesitaba asesoramiento técnico para seguir funcionando, con el único objetivo de ser simplemente voluntaria, pero ellos mismos me comentaron que podía ir buscando subvenciones para contratación de personal y así podrían contratarme en el futuro. La verdad es que me sonó muy raro, abstracto e idealista, pero me quedé con la mosca detrás de la oreja… porque claro, había vivido tantos años en otra comunidad autónoma que ahora tenía que ponerme al día en cómo funcionaba el trabajo social aquí.
Mi orientadora laboral del servicio de Andalucía Orienta, me comentó que me presentase en todas las asociaciones de mi pueblo como una trabajadora social voluntaria que está dispuesta a buscarles subvenciones de manera gratuita hasta que se las concedan y puedan formalizar un contrato de trabajo. Primero, preferí documentarme sobre las subvenciones en mi comunidad, diputación, etc., mientras hacía voluntariado en varias entidades sin pretensiones de nada más, por el momento.
Pasaron los meses, y otra entidad, que ya me conocía como voluntaria me lo volvió a proponer. Como ya estaba más informada y conocía mejor cómo funcionaba todo, le dije que sí y después de un año de reciclaje, investigación, voluntariado, aprendizaje y trabajo gratis (aunque no me guste reconocerlo), parece que nos van a conceder dos subvenciones de 6 meses cada una para el año 2016, con lo cual seguramente el año que viene estaré trabajando como trabajadora social prácticamente todo el año.
Lo que trasmitiros es que con paciencia y trabajo, al final todo sale. Evidentemente preferiría un trabajo más estable y con menos incertidumbre, pero tal y como hemos estado siempre, me aferro a esto con todas mis fuerzas, porque además tiene la ventaja de que tú mismo has creado el proyecto al que luego te vas a dedicar, y aparte, vas conociendo a tus jefes desde una relación de ayuda, de confianza y de trabajo en equipo. Yo noto como ellos valoran mucho todo lo que has hecho por su entidad, y por supuesto, ya no quieren a nadie más, porque saben cómo eres y cómo trabajas.
Sobre el tema de las subvenciones, acabo de saber que casi todas las oficinas de las cajas de ahorros tienen una partida para entidades sin ánimo de lucro de cualquier ámbito, y cuando acaba el año, muchas veces les sobra dinero que se tienen que gastar en temas sociales y no saben cómo, porque como las pequeñas entidades no lo saben, no solicitan la subvención. Sólo hay que redactar un proyecto y presentarlo al director de la sucursal. No hay modelos, se trata de un proyecto libre.
¡Os animo a preparar un buen proyecto para el 2016!