Cada día se recortan más los derechos de las personas dependientes
Uno de los colectivos que más recortes está sufriendo es el de las personas dependientes. Las personas con discapacidad y aquellas que padecen Alzheimer son los gravemente afectados por la crisis. La Ley de la dependencia (Ley 39/2006 del 14 de diciembre) lleva ya siete años ayudando a muchas personas que necesitan de este recurso para su vida diaria. Sin embargo, en los últimos meses se están endureciendo los requisitos para acceder a ella y recortando o quitando el presupuesto a multitud de personas.
Las personas dependientes cada vez más vulnerables
La dependencia languidece en su séptimo aniversario entre recortes, copagos y reducciones de ayudas. Desde junio de 2011, momento a partir del cual se registra un cambio de tendencia en negativo, el sistema ha perdido cada mes una media de 2.209; son 76 personas menos al día con el mayor grado de dependencia. Citamos algunos datos muy curiosos relacionados con las personas dependientes:
- Las personas dependientes de grado III, es decir, los más dependientes se han reducido en 64.083 personas en dos años y medio, de acuerdo con las últimas cifras publicadas el viernes por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Son un 14,6% menos.
- La Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales denuncia que aún hay menos personas beneficiarios ya que consideran que no se han depurado todas las personas fallecidas en lo que parece una estrategia desesperada para ofrecer datos positivos a final de año.
- Las autonomías no son capaces de cubrir las bajas que se dan por el fallecimiento de beneficiarios y de dar de alta a nuevas personas en el sistema porque no tienen fondos para asumir estas prestaciones. Por ello, hay muchas personas en listas de espera para ser valorados.
- Los requisitos para acceder a las ayudas de este Ley se endurecieron en la reforma de febrero de 2012. Esta restricción dificulta la entrada al sistema de los grandes dependientes y evita compensar las bajas que se van produciendo por fallecimientos con nuevas altas.
- Personas dependientes que han visto empeorada su salud y han pedido una revisión, están a la espera ya que hay un gran retraso en estos reconocimientos. Estas personas ven perjudicada su situación y no obtienen ninguna ayuda al respecto para desenvolverse en su vida diaria.
- A pesar de que la tendencia natural es que a medida que los beneficiarios envejecen vayan perdiendo un mayor grado de autonomía y vayan necesitando mayor atención, algunas comunidades autónomas han procedido a revisar a grandes dependientes para rebajar su grado al considerar que se encuentran mejor.
Las personas dependientes tienen una incapacidad funcional para el desarrollo de actividades de la vida diaria y requieren ayuda para su realización. Este debería ser un derecho inalienable y estas personas no deberían ver su vida tan vulnerada.
Fuente: el pais