Razones para ver “Creedme” de Netflix
Ayer Netflix estrenaba “Creedme“; una sobrecogedora serie basada en hechos reales que se centra en la investigación de las inspectoras de policía Grace Rasmussen y Karen Duvall, quienes contactan con Adler (la protagonista) mientras estudian dos casos de violación con asalto doméstico preocupantemente parecidos y deciden unir fuerzas para atrapar al que podría ser un violador en serie.
Una joven denunció una violación pero, por culpa de las presiones externas, fue acusada de mentir. Esta joven había pasado por diversas casas de “acogida” y la acusaban de tener comportamientos disruptivos. Es por ello que no llegaron a creerla del todo; otra víctima más a quien se la culpabiliza por no poder demostrar su relato.
Imagino que será habitual que las mujeres empaticemos más ante ciertos hechos que consideramos nos podrían pasar a cualquiera. Es inevitable sentir tristeza e impotencia mientras ves esta miniserie, de 8 capítulos, que te engancha desde el principio.
Si haces una lectura de la serie te das cuenta de varias cosas:
- La poca empatía de muchos policías quienes preguntan a la víctima cualquier cosa sin un mínimo tacto. Al verlo a diario se han insensibilizado.
- Lo que se nos puede juzgar por no reaccionar de la forma “habitual” o de la forma que creen que deberíamos actuar.
- Se parte de que hay que demostrar lo que cuentas y pueden no creerte de primeras.
- La importancia de contar con redes de apoyo.
- Lo puñeteras que somos las personas acusando y juzgando a otras por considerar que han tenido un comportamiento que no deberían haber tenido.
La serie está inspirada en un hecho real que los periodistas de investigación de ProPublica T. Christian Miller y Ken Armstrong narraron bajo el título “An unbelievable story of rape“; [‘Una increíble historia de violación’], artículo que consiguió el premio Pulitzer en 2016 en la categoría de Reportaje explicativo y que ha sido publicado en formato libro. En definitiva, echa un vistazo a la serie y cuéntame qué te ha parecido.
Fuente y foto: Elle